Sabemos que en esta etapa, como en todas, se pueden presentar situaciones duras de manejar en tu vida, lo importante es saberlas enfrentar con resiliencia para que esto no perjudique tu rendimiento académico y afecte tu carrera
Todos hemos pasado por situaciones difíciles en la vida que nos afectan. No debemos esconder nuestras emociones ni negarnos a sentirlas, lo importante es reconocer el momento y buscar la ayuda necesaria para afrontarlo de la mejor manera y que esto no perjudique la etapa tan importante y decisiva en la que te encuentras, la universidad.
- Gestión de las emociones. Todo depende en cómo interpretamos la realidad, pues ésta tiene diferentes perspectivas. Lo primero que debes hacer es identificarlas y luego ver qué nos quieren decir, pues éstas son mensajes que nos hablan a través del cuerpo. No las rechaces ni reprimas tu situación, vívelas a fondo tanto como necesites. Por ejemplo, si sientes tristeza, apróvechala de la mejor manera, ésta nos ayuda a reflexionar, tomar distancia y a renacer con nuevas energías. O si sientes rabia, entender por qué aparece, muchas veces tiene que ver con interpretar que han vulnerado nuestros derechos o también porque tenemos un gran deseo de cambiar a otra persona, que no hace lo que nosotros pensamos que está bien. Para esto, no dudes en buscar ayuda, comparte lo que sientes con quien tengas confianza, y si es necesario, con un profesional. Esto te ayudará a ver todo con otra perspetiva.
- Acepta aquello que no puedes cambiar. Para enfrentarte a cualquier dificultad en tu vida, este paso es indispensable. Hacer resistencia sobre algo que no tiene solución solo te generará más sufrimientos. Acepta la situación, deja de identificarte con ella y verás cómo te quitas un gran peso de encima. Date tu tiempo, es posible que al principio sea difícil manejarlo, mientras tienes miles de cosas que hacer en la U. Está bien tomarse un respiro y alejarse para pensar en calma. Solo toma en cuenta que incluso, las mismas actividades académicas pueden ayudarte a despejarte de lo que está sucediendo y mirar luego las cosas con otra perspectiva.
- Reconoce el valor que te aporta esa situación. Una vez aceptas lo que sucedió, algo cambiará en ti y verás todo de forma distinta. Pregúntate qué mejoró esa situación en ti. A veces, creemos que nada cambió, pero el solo hecho de haber superado esa situación te hace una persona diferente que sobrepasó sus límites. Seguramente en las próximas experiencias difíciles que se te presenten, tendrás una mejor actitud y sabrás cómo gestionar tus emociones.
- Enfócate. Una vez hayas entendido tu situación, hayas aceptado lo que ha ocurrido, e incluso le hayas visto el lado bueno, puedes preguntarte si hay algo que esté en tus manos para cambiar esa situación. Quizás descubras que ya no es relevante o que es momento de pasar la página, el punto importante es que ahora serás menos emocional, más objetivo, más sosegado, sin necesidad de ir a buscar culpables, sino más bien buscar un diálogo. Como dijimos antes, puedes ayudarte con un profesional o apoyarte en seres queridos para lograr superar la situación, esto no te hace más débil, al contrario te hace más fuerte.
Seguir un proceso con estos pasos, te ayudará a superar la situación y sobre todo, no dejar que esto te distraiga de tus objetivos a nivel profesional y académico. ¡Ánimo, a darle con toda! Apóyate en tu entorno, permite que te ayuden y sal adelante. ¡Todo pasa!
Basado en un artículo de María Mikhailova, Especialista en Coaching, Programación Neurolingüística e Inteligencia Emocional, Resiliencia: supera momentos difíciles en 5 pasos.
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